Dada la época en la que nos encontramos, finales de verano
principios de otoño en el hemisferio norte, parece apropiado comentar el fenómeno meteorológico que se
produce habitualmente en la región mediterránea, principalmente en las costas
de los países bañados por el mar mediterráneo occidental, debido al efecto de
diatermancia.
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Temperatura del mar en época estival |
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Descuelgue de aire frío sobre la península Ibérica |
Estas circunstancias favorecen la fuerte evaporación
de las aguas calientes, que ascienden rápidamente a grandes alturas, enfriándose
también rápidamente y provocando la
creación de grandes nubes y precipitaciones. Es un fenómeno local aislado
generalmente de la circulación atmosférica.

Una definición muy acertada del fenómeno
meteorológico es dada por Francisco M. León , INM 2003:
...“una depresión cerrada en altura que se ha aislado y separado completamente de la circulación atmosférica asociada a la corriente de chorro, y que se mueve independientemente de tal flujo llegando, a veces, a ser estacionaria o, incluso, retrógada (su desplazamiento es, en estos casos, de dirección Este-Oeste)".
Según la definción de Wikipedia, “La gota fría, que conserva su giro ciclónico, se convierte en una zona anticiclónica en altura, lo que produce en su borde exterior, un descenso del aire frío y seco en espiral descendente (sentido horario) que alimenta, a su vez, el ascenso o convección del aire caliente y húmedo en forma de espiral (ascendente) con sentido antihorario típicamente ciclónico. La gota fría será más importante cuanto mayor sea la temperatura de las aguas marinas ya que el vapor de agua asciende repentinamente debido a la menor densidad del aire caliente y se condensa, formando rápidamente nubes de gran altura (generalmente, de más de 10 km) que casi siempre son del tipo de cumulonimbos”
Como se ha comentado, la precipitación (generalmente
acompañada de fuertes vientos, granizo y aparato eléctrico) será más intensa
cuanto mayor sea la temperatura del agua en su creación (esta circunstancia es también determinante en la realimentación de los huracanes, como se explicaba en la anterior entrada del blog "Cómo se crean los huracanes") y mayores sean los
vientos mar-tierra que alimentan de humedad el proceso. Estas precipitaciones pueden
alcanzar o sobrepasar los 500 l/m2 (medio metro de agua en superficie) en menos
de 24 horas en regiones en las que, como es el caso de
la región murciana dentro de la península ibérica, presentan medias de precipitación anuales
incluso inferiores a esa cantidad. Hay que recordar que los grandes el Monzón en
la zona del océano índico (grandes precipitaciones de orígenes similares aunque mucho más afectadas por cuestiones orográficas)
pueden alcanzar los 3000 o 4000 l/m2 en lapsos de tiempo de varias semanas o meses.
El clima mediterráneo, considerado en particular
dentro de la clasificación de los climas terrestres conocidos, presenta como
característica diferenciadora la aparición de este fenómeno, principalmente en su región occidental (península ibérica, sureste francés, península itálica y costa oeste mediterránea de África). Debido a esto, las
regiones afectadas presentan incluso una ordenación urbanística particular. Es
habitual observar en la cuenca mediterránea zonas de evacuación de grandes
torrenteras de agua en las proximidades de las costas (llegando a las playas),
que generalmente están secas, incluso durante años, pero
de vital importancia para las zonas urbanizadas cercanas.
Uno de los mayores desastres ocurridos como
consecuencia de una gota fría y de la mala ordenación urbanística que no
consideró estos fenómenos meteorológicos se produjo en 1962. En la
zona del Vallés Occidental, en las ciudades del anillo metropolitano de
la ciudad de Barcelona y en una década de alto crecimiento demográfico por
inmigración, una inmensa tromba de agua sorprendió a los recién asentados habitantes, causando más de 1000
muertos registrándose precipitaciones que llegaron a superar los 400 l/m2 (la media anual
es de 610 l/m2).
Si bien son más característicos de la cuenca
mediterránea, estos fenómenos pueden expenderse a regiones limítrofes, como es el caso del mar cantábrico, también en la península ibérica, como ocurrió en la región cercana a Bilbao en
1983. El siguiente vídeo muestra las inmensas consecuencias de aquella gran
Gota Fría que alcanzó los 600 l/m2.
Y para finalizar,
muestro un vídeo que yo mismo capté este mes de septiembre en una playa de la
costa de Tarragona en Cataluña, donde se observa la creación de una gran
tormenta con formaciones de nubes toroidales como consecuencia de la circulación
de los vientos descrita anteriormente.