sábado, 16 de junio de 2012

La corriente del golfo: el futuro enfriamiento del continente europeo

Parece haber consenso entre los climatólogos: con el creciente incremento de las temperaturas, paradójicamente, Europa será mucho más fría que en la actualidad. 

Esta importante cuestión es en ocasiones obviada en los análisis que se realizan sobre el calentamiento global del planeta y que se está produciendo, en principio, por el efecto de la actividad humana en lo que se ha venido a llamar "Cambio Climático". 

La explicación a esta curiosa paradoja radica en la importante aportación al clima planetario que se desprende de la llamada "Corriente del Golfo". Esta corriente fue por primera vez descrita en 1786 por el que posteriormente sería presidente de los EEUU, Benjamin Franklin en su libro Sundry Maritime Observations

Este fenómeno es producido por un mecanismo complejo de compensación de salinidades y temperaturas de agua marina que se produce en el Atlántico, generando un flujo en forma de circuito de aguas cálidas y altamente salinas procedentes del Caribe y en dirección al Atlántico Norte y de aguas frías y muy poco salinas en sentido inverso.

Corriente del Golfo y sus ramificaciones

La fuerte radiación solar producida en las proximidades del Golfo de México provoca el calentamiento de las aguas más superficiales del océano, que debido a procesos termodinámicos, vientos predominantemente de oeste y compensacion de salinidad desplazan enormes cantidades de agua (en algunos puntos del océano Atlántico alcanza los 1000 km de anchura), recorriendo la costa sureste de América del Norte, la costa occidental de Europa y alcanzando las proximidades del circulo polar Ártico. Estas aguas superficiales, pasan por diferentes ramificaciones, se enfrían y retornan por las profundidades por la costa Noreste de América del Norte.

Temperatura superficial del agua en el atlántico norte

Debido al poder termo-regulador de los océanos, los climas en las tierras bañadas o próximas a éstos son muy dependientes de las temperaturas de las aguas. Esto explica que las costas francesas, bañadas por el mar Cantábrico, dispongan de inviernos relativamente suaves en los que en ocasiones es posible bañarse en pleno invierno, mientras al otro lado del océano (en la misma latitud), los gigantescos barcos rompehielos deben surcar el océano para abrir el hielo que congela las costas de Canadá. Esto es debido a dicha corriente oceánica, disponiendo de aguas templadas en la parte oriental del Atlántico (costa atlántica europea) y aguas muy frías en la costa occidental (costa Este de América del Norte), ofreciendo sorprendentes climas templados en latitudes tan septentrionales como Escocia o las islas Lofoten en Noruega.

 Archipielago de  Lofoten (Noruega)

Barcos Rompehielos en el puerto de Quebec

El constante incremento de las temperaturas en el planeta está provocando el deshielo de los polos, desencadenando que el océano Ártico pierda salinidad ya que el agua del hielo de los icebergs y  glaciares derretidos no contiene apenas sal. Esto ralentiza la circulación de la corriente, que finalmente quedará bloqueada, dejando de aportar aguas cálidas a la costa occidental europea, congelándose y provocando un descenso importántísimo en la temperatura media de esta zona. 

Este fenómeno no sería nuevo pues, en el pasado, las llamadas glaciaciones han sido periódicas, y han sido debidas en gran medida a la pérdida de estas circulaciones marinas. 

Por tanto, aunque en un principio, y eso es lo que está ocurriendo actualmente, las temperaturas en Europa están incrementándose rápidamente debido al calentamiento del planeta, este efecto de relativa poca duración, puede llevar a una era mucho más larga de clima mucho más frío, del que además para el planeta es muy dificil de salir, pues cuanto más hielo hay en la superficie terrestre más rayos solares son reflejados (por el efecto Alvedo), reduciendose la temperatura de ésta y generándose más hielo, en un proceso de realiamentación positiva.

Diferentes albedos o reflexión de rayos solares en diferentes superficies

No deberíamos olvidar que las comunidades humanas se han desarrollado en base al clima de las tierras en las que habitaban, e importantísimas civilizaciones como la egipcia han desaparecido ante los cambios climáticos que se produjeron.


Glaciciaciones, GulfStream